viernes, 12 de julio de 2013

La balada de Bárcenas (Junior)

O lo que es lo mismo: Willy MacPolvingsss, que así se hace llamar el ínclito.

A estas alturas del partido, todos conocemos la historia de Luis " el cabrón", como se le denominaba cariñosamente en la calle Génova. Con una mano partía y repartía el bacalao en la sede del PP y con la otra, ingresaba las sobras en paraísos fiscales, no sea que se fueran a perder.

Lo que no sabíamos era por qué. Y hoy lo hemos descubierto. Reinterpretando una de las máximas de Mao Tse Tung a su manera (" tenemos que ser crueles y despiados, para que nuestros hijos puedan ser mañana sabios y poetas"), el ex tesorero ha ido engordando sus cuentas corrientes preocupado por el futuro de su retoño.

Y no es para menos, la verdad. El chaval les ha salido cantarín. Y, como todos sabemos, y ahí incluimos a sus queridos próceres, en este país de cantautores deprimentes y rojeras, el chiquillo lo tiene bastante crudo.

Y con él, el resto de la camada de las jóvenes generaciones populares. El arte y la intelectualidad es territorio para la izquierda, por la cosa del leer y el espíritu crítico suponemos, y claro, aquellos vástagos dotados de creatividad, lógicamente, se van a comer un colín en su querida España, como cantaba Cecilia.

De ahí, todo el pifostio que se ha montado. Y el que seguirá, claro. Que esto acaba de empezar, como quién dice. Hay listados con nombres y apellidos de padres preocupados por el futuro artístico de sus hijos. Padres que han tenido que hacer de tripas, corazón y aceptar sobresueldos en B por temor al futuro.

¿Cuántas obras aparecerán por ahí? ¿Cuántos artistas quedan por descubrir?

Como hemos dicho, la lista es larga. Y la emoción. Surge con fuerza una nueva línea de artistas que le van pidiendo paso a las Leticias Sabateres, Normas Duvales y demás buques insignia de la derecha hispánica. 

¿Escribirán, por fin, la letra de nuestro himno nacional? ¿Será éste un adelanto?

¡¡Juzguen (perdón), escuchen ustedes mismos!!





 


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