sábado, 21 de diciembre de 2013

Tú pare que yo decido

Imagina que te has comprado un coche y que el gobierno saca una ley que decidiera sobre qué música o qué tapicería debes poner.

¿Y por qué uno no puede decidir si el coche es suyo?

Imagina que argumentan que pones en peligro la seguridad vial y que, como ellos son los expertos, ya deciden por tí.

Absurdo. ¿No? Y más cuando te enteras de que no pueden conducir. 

Entonces, ¿por qué no puedes tener todas las opciones? ¿No consiste en eso  la democracia? ¿En no criminalizar la libertad de elección?

Pues lo mismo sucede con la nueva ley franquista sobre el aborto. Ahora, ni el cuerpo ni la decisión son tuyas.

 Ya lo sabéis, chicas. Si a partir de hoy notáis cómo os crecen las cejas un palmo, dadle las gracias al señor ministro. Os quiere a su imagen y semejanza.

viernes, 13 de diciembre de 2013

Cuento de Navidad (parte III): en la discoteca Madiba

...Los hermanos se miran desconsolados. La gente, desesperada, va y viene de un lado al otro del local sin saber muy bien que hacer.

Es el caos y como tal, provoca imágenes dantescas:

Una famosísima presentadora de televisión matinal corre hacia el baño mientras vocea: "apurar cielos pretendo, ya que me tratáis así..."

Un futbolista, elevado a la categoría de semidiós, por cada trago que da, repite: la belleza está en tu cabeza, la belleza está en tu cabeza...

Un actor postadolescente va escupiendo versos mientras vaga sin rumbo fjo, con la mirada perdida:  "...Es un lugar muy triste que ha prohibido los héroes y ha dejado pudrirse las rosas del escándalo..."

- ¿Y ahora, de qué vamos a vivir?, se pregunta la princesa del pueblo, sentada en un rincón. - Habrá que ir haciendo las maletas, añade.

Mientras tanto, en la sala VIP, inmunes a todo, políticos y empresarios engominados, siguen con sus tejemanejes. Ellos, al igual que las más altas instituciones del Estado, tienen una formación, sí, pero saben, que para triunfar en España, es mejor no hacerla ni puto caso. 

FIN

jueves, 12 de diciembre de 2013

Cuento de Navidad (parte II): en la discoteca Madiba

...En ese momento, la música y las luces psicodélicas desaparecen. Todos quedan perplejos y, temerosos, dirigen sus miradas hacia la figura del malogrado mandatario. Éste, en un perfecto castellano, proclama:

- ¡¡¡Siempre he dicho que la educación es el arma más poderosa para cambiar el mundo!!! , ¡¡¡Qué su sabiduría os ilumine y esté siempre con vosotros!!!

La pantalla de plasma se apaga y acto seguido, una luz azulada inunda el recinto bañando a todos los allí presentes. Dura, apenas, unos segundos. Después, la música y la iluminación vuelven a ser las habituales. No así los espectadores.

Un famoso Dj, hijo de una conocida folclórica, rompe a llorar desconsolodamente

- ¡¡No encuentro ningún disco de Beethoven!! Por favor, que alguien me traiga un disco de música clásica, que tengo cuerpo de música clásica... ...¡Un momento! ¿He dicho yo eso? ¡Dios! ¿Qué me pasa? Y dirigiéndose a  uno de sus hermanos, torero para más señas, le pregunta:  quillo, ¿me lo puedes tú explicar?
A lo que el hermano responde:

- Todo cuerpo sumergido en un líquido experimenta un empuje hacia arriba, igual al peso del líquido desalojado.

El rostro de ambos se descompone y juntos, comienzan a dar pequeños grititos de terror.

- ¡Nos estamos volviendo cultos!, ¡qué putada!

(Continuará)

Cuento de Navidad (Parte I): En la discoteca Madiba

En la sala de baile de la discoteca Madiba, el famoseo patrio homenajea a Nelson Mandela agitando sus gintonics. Los flashes de los fotógrafos no paran. Futbolistas, pseudo actores y nobles posan para las revistas del papel cuché.

Mientras tanto, en la sala VIP, lejos de las cámaras, políticos y empresarios engominados juegan con la democracia, acordando cesiones de terreno público, cortinas de humo nacionalistas y leyes que dejen sus bolsillos llenos. Sin posibilidad de reclamación.

Hasta que la imagen del difunto mandatario sudafricano aparece en una pantalla de plasma.

¿Casualidad?

(Continuará)...




lunes, 9 de diciembre de 2013

Lo que no salió en la entrevista de El País

- Decía Mandela que la educación era el arma más poderosa para cambiar el mundo.
- ¿Y usted qué opina, señor Rajoy?
- La segunda ya tal...
- ¿No está de acuerdo con esta afirmación?
- Son sólo unos hilillos de plastelina...
- ¿Qué?
- Nunca he recibido sobres con dinero negro. (Guiño, guiño).
- Sr. Rajoy, ¿le pasa algo?
- Necesito..necesito
- ¿Qué?
- ¿Llamo a una ambulancia?
- ¡No!, Necesito plasma. Si no estoy dentro de una pantalla de plasma, me quedo sin argumentos.
- ¡Tócate los cojones, Mary Loli!
- La segunda, ya tal...

jueves, 5 de diciembre de 2013

Socialismo desde el Más Allá

- ¡¡¡¿¿ Y para esto me despertáis???!!! ¿Dónde habéis visto vosotros algún Borbón inteligente? ¿Cómo cojones se come que seamos un partido republicano de tradición y defendamos la figura monárquica?, ¿Qué hacéis qué no estáis de huelga indefinida montando barricadas? ¿Por qué habéis consentido esta reforma laboral? ¿Qué es esto de robarle los subsidios a la gente y cargarle facturas a un organismo público? ¿Acaso yo no dí ejemplo? ¿Pensáis que por tener wifi y pantalla de plasma ya habéis dejado de ser clase obrera? ¿Y para esto se partieron la cara los nuestros en la Guerra Civil?

- ( Ha sido mala idea usar la ouija, José Luis)
- (Me hago cargo Alfredo, me hago cargo)

Y dicho esto, Don Pablo Iglesias retornó a su eterno descanso no sin antes concluir:

-¿Y lo vuestro es socialismo? No me toquéis...¡¡los jamones!!
( ¿Los jamones, eh?, pensó Rubalcaba)...



(Transcripción: Vota y llévate un jamón gratis)

martes, 3 de diciembre de 2013

Darwin, en el planeta equivocado

Y después de leer la prensa local, sentenció el maestro: "Hacienda, Simios Todos...menos las princesas y los princesos, que toman viagra real y se follan todo lo que pillan cada vez que les da la gana. Inspectores gagdets incluidos".

Dicho esto, el científico le preguntó a  unos guardias: - ¿Dónde puedo denunciar esto?

Y en ese momento, los mossos amorossos sacaron sus sílex reglamentarios y le golpearon y golpearon hasta que le relajaron todos los músculos.

Ésas, fueron sus últimas palabras.