miércoles, 2 de enero de 2013

Nuestras predicciones para este 2013

¡¡Hemos visto el futuro!! Sí, sí. Tenemos ese don (entre otros, como el de atraer la lluvia tan solo con lavar el coche). Pero ese es otro tema que ya tocaremos. Empezamos de nuevo. ¡Ejem! ¡¡Hemos visto el futuro!! (sonido de trompetas) ¡El futuro más inmediato! Nos ha costado porque ya vamos teniendo una edad pero lo hemos conseguido. En primicia.

En la más rancia tradición de ciertos futurólogos y hombres del tiempo patrios, amén de algún que otro presentador de telediario, nos hemos visto obligados a mojar el gaznate desde la decimotercera campanada hasta que ha cantado el gallo. Es decir, nos hemos bebido hasta el agua de fregar. Sí. Pero por cumplir con nuestro deber para con todos ustedes. Sólo por eso.

Aquí, en pleno experimento
Entre trago y trago, mientras unos lo contemplaban extasiados, enfundados en un traje especial, otros lo iban apuntando en sus móviles con la paciencia de los antiguos copistas medievales. ¡Y será terrible para algunos y feliz para otros! (¿adivinan para quién?). El Apocalipsis maya pudo ser en Diciembre pero éste, por ser español, de puntualidad anda escasito. Por eso...

...En este mes de Enero, los Reyes Magos de Oriente traerán buenas nuevas. Nos traerán gobernantes competentes. Desmontables (en sobrecitos) y con estudios, que lo mismo te valgan para un roto que para un descosido. ¿Quién lo iba a decir, eh? Que sepan distinguir entre lo moral y lo inmoral, y por supuesto, que sepan hablar inglés. Así, nos ahorramos el cursillo y el ridículo internacional. Por lo que la crisis y todas sus consecuencias (subida de IVA, paro, etc), esperemos, se acabe a partir del día 6. A ver si nos hemos portado bien y sus Majestades se tiran el rollo.

En el mes de Febrero, el mundo se pondrá del revés. Por la cosa del carnaval. El disfraz se volverá real y la realidad se disfrazará para siempre. Así, si, pongamos, Paco Clavel se disfraza de cierto Presidente de la Conferencia Episcopal Española, por ejemplo, ambos se fundirán en una misma persona. ¿O esto ya ha sucedido de verdad?


¿Botín sorprendido?
En el mes de Marzo, un viento fresco soplará y soplará y las casas derribará de todos aquellos dueños de constructoras y banqueros enriquecidos con el sudor de la frente ajena. Y por más que lo intenten, allá donde se alojen, se echarán abajo sus cuatro paredes. Y padecerán la angustia de los desahuciados. Y volverán a las cavernas y se ocultarán para siempre de la luz del sol. Y, poco a poco, se irán transformando en seres de pesadilla. ¡¡Golum, Golum!! Y desde allí dirigirán sus consejos de administración.

En Abril, la feria. Y una pausita para la publicidad. Enseguida volvemos.


Conan como en sus tiempos mozos
Como íbamos diciendo, en Mayo, de terracitas, a por unas tapitas. Ya saben que entramos en el mes más hippy del año, el mes de las flores y del amor. Algún famosete, antiguo gobernador, descubrirá las propiedades regenerativas de cierta hierba opiácea y todo el mundo fumará sin complejos. Los empresarios (que van muy mal follaos) verán la luz y se darán cuenta de que conciliar vida laboral y familiar es posible. Nos pondremos a nivel europeo.Y germinará un nuevo convenio colectivo. Reducirán jornadas, contratarán más gente y los beneficios serán esa misma gente que trabaja, ya que si trabajan, consumen. Si consumen, gastan y si gastan, les vuelve a llegar el dinero. Y si además, eso lo acompañamos de un aumento de la natalidad debido a los aumentos de salario y a la posibilidad de poder criar a tus hijos, ni te cuento el beneficio  En Mayo, ya saben, paz y amor....y el plus...pal salón.

En Junio, Julio y Agosto precedimos calor. Mucho calor. Unas se pondrán morenas y otros buscaremos la sombra como los lagartos. Se prohibirá trabajar después de comer y se pondrá de moda un curioso traje para combatir los rigores estivales.

En Septiembre, Octubre y Noviembre, lo de siempre. Empezaremos mil y un cursos nuevos, empezaremos mil y una colecciones nuevas y no acabaremos ni uno ni lo otro. Somos así de desastrosos.

En Diciembre, nada. Al turrón y a disfrutar. Y a brindar y a predecir futuros mejores. Perfectamente superables y a poquito. Sobre todo si los Reyes Magos nos echan una mano. ¡Es en los únicos que tenemos fe!

¡¡Feliz 2013!!

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