lunes, 22 de octubre de 2012

Teleprisión, su nueva cadena amiga

Hay que ver, Nachete. Toda una adolescencia soñando ser como tú y ahora, por un quítame allá esas facturas, casi vas de cabeza al trullo. Menos mal que se te ha ocurrido lo del reallity show. Una forma ingeniosa y picaresca, a la par, de librarte del talego, sí señor. Has estado más hábil que el fundador de Wikileaks. Al menos, de momento, claro.

Y es que no está mal visto que estés televisado las 24 horas. No. Más vigilado, imposible. Salomónica decisión, por tanto.

La duda que nos corroe en la Redacción es la siguiente: ¿Y si extendiera esta moda? Yo me escaqueo de la cárcel y a cambio, me monto mi gran hermano paralelo. Quizá no nos viera ni el acomodador, pero es una medida útil, como otra cualquiera, para ir despejando gente de los penales y, de paso, reducir, el funcionariado público. El gobierno se debe estar frotando las manos. Y los futuros presentadores.

Las nuevas dependencias se montarían en el Eurovegas madrileño, por supuesto, y así, sacar tajada todos los implicados. Negocio redondo. Se instalarían nuevos canales de televisión emitiendo a todas horas. A saco. Tendríamos a los nuevos Julián Muñoz, a las futuras Pantojas... y sus familiares tan contentos. Poder verles sólo con cambiar de canal.

(A los banqueros va a ser que no. Con todo lo que han defraudado, con todo el pifostio que hay montado por su puñetera culpa, esos tienen carta blanca. Con la connivencia de sus amigos los políticos. ¡Un momento! ¿No son los mismos?)

Y es que ya lo veníamos adelantando en nuestro post "democracia zombie". Si a los mandamases les da por los videojuegos, el resto tiene que tirar de lo que aprende. ¿Y cual es una de las cosas más comentadas en nuestra piel de toro? ¿El Quijote? ¿la fisión de protones? Gran Hermano, ese gran experimento sociológico de masas. Ahí es ná. 

En fin. Desde aquí, lo único que nos queda es felicitar al señor Vidal por su hábil maniobra. Nosotros comenzaremos a instalarnos nuestras propias cámaras y nuestro propio chiringuito. O esperar que lo anuncien en el próximo catálogo de Ikea.

Y si no, al tiempo.

Si George Orwell levantara la cabeza...


No hay comentarios: