Y después de leer la prensa local, sentenció el maestro: "Hacienda, Simios Todos...menos las princesas y los princesos, que toman viagra real y se follan todo lo que pillan cada vez que les da la gana. Inspectores gagdets incluidos".
Dicho esto, el científico le preguntó a unos guardias: - ¿Dónde puedo denunciar esto?
Y en ese momento, los mossos amorossos sacaron sus sílex reglamentarios y le golpearon y golpearon hasta que le relajaron todos los músculos.
Ésas, fueron sus últimas palabras.
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