sábado, 10 de julio de 2010

Paul el pulpo y la madre que lo parió


Mundo mundial, ahora mismito. Hora zulú.

Se veía venir. El planeta está conmociado por los aciertos de este sinpar cefalópodo. Tanto es así que ha sido la excusa perfecta para acabar con 2500 años de tradición filosófica en Occidente. En Alemania, sobre todo. Vuelve a ver hogueras en las calles, de motu propio, incluso hogueras clandestinas. La gente quema sin piedad sus libros de Kant, Hegel, Marx y Nietzsche. Algo que, por otra parte, ya hacían los adolescentes a escondidas tras terminar su Bachillerato.

Sí, amigos. La razón... ha muerto. Bueno, ya agonizaba tras la irrupción cual tribus bárbaras de los programas del corazón. De sus inolvidables colaboradores. Ahora, los filósofos son acosados en todos lados, junto a los asesores políticos. La gente se les cuela sin piedad en la cola del supermercado. Les miran mal. Les señalan por la calle. Antes nadie se molestaba en saber que dijeron Platón o Aristóteles. ¿Ahora? Ahora es muy distinto. ¿Qué puede hacer la lógica frente a los designios de un bicho?

Todos queremos uno. El pulpo se ha declarado especie protegida, sobre todo en España. El pulpo a la gallega, una de sus típicas comidas, ha sido catalogado de casi canibalismo. Se han reinterpretado las corridas de toros. Se sueltan unos cuantos y dependiendo de las cornadas, así nos irá o dejará de ir. La gente hace cola en las plazas.

Las tiendas de animales han sido asaltadas, como antaño las joyerías. Perros, gatos, pájaros y sobre todo peces. Todos quieren y desean tener un animal no que les quiera, sino que les resuelva. Los zoos son los grandes centros oraculares.

Los más pobres, sin embargo, hemos de conformarnos: Cucarachas, roedores. Algún caso ha habido de ladillas... Se pronostica y se ganan quinielas.

Mientras tanto, allí en la esquina, va pidiendo otro filósofo.

Los franceses siguen con la ayuda de su gallo, los portugueses no me acuerdo. Tendrán lo que Cristiano Ronaldo tenga. ¿Los ingleses? Pufff. Los monos de Gibraltar. Las italianas besan ranas, continuamente.

Total, Europa es un caos.

¿Y los sindicatos? ¿No se manifiestan? Bueno, la sabiduría no está en comerte la perola continuamente. De ahí, su nombre.

¿Para qué ha servido la filosofía?

Para nada. Nada como un buen pulpo...

La Madre Naturaleza se está vengando.

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