jueves, 8 de julio de 2010

Por qué los holandeses no pueden ganar el mundial


Curré en Amsterdam un tiempo y la primera vez que salí de fiesta con mis compis, entramos en una discoteca muy fashion:

- ¡A ver, tíos!, ¿qué queréis?

- ¡Pues whisky con coca - cola, que va a ser!

Pedí tres copas y nos sirvieron el whisky en un vaso pequeño y la coca - cola aparte.

- ¡Joder, que enrollaos! ¡Nos invitan a un chupito!

Y tras brindar con los colegas, nos metimos el alcohol en un plis.

- Bueno, ¿y la coca cola sola? ¿nos vas a llenar la copa de whisky o qué?

- No, guapo. Tu "whisky" era eso, me contestó la camarera señalando el vaso vacío.


¡¡¡Qué poca vergüenza!!!


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