Curré en Amsterdam un tiempo y la primera vez que salí de fiesta con mis compis, entramos en una discoteca muy fashion:
- ¡A ver, tíos!, ¿qué queréis?
- ¡Pues whisky con coca - cola, que va a ser!
Pedí tres copas y nos sirvieron el whisky en un vaso pequeño y la coca - cola aparte.
- ¡Joder, que enrollaos! ¡Nos invitan a un chupito!
Y tras brindar con los colegas, nos metimos el alcohol en un plis.
- Bueno, ¿y la coca cola sola? ¿nos vas a llenar la copa de whisky o qué?
- No, guapo. Tu "whisky" era eso, me contestó la camarera señalando el vaso vacío.
¡¡¡Qué poca vergüenza!!!
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