miércoles, 14 de julio de 2010

Vuvuzelas aparte


Serían las 3 y pico de la madrugada. Escuché voces y más voces en la calle. Los vecinos se estaban quejando, como es natural:

- Pero, chico, queréis dar gritos como es debido

- Joer, que empiece una pelea o algo, que queremos dormir agusto.

Y nada, oye, que no había manera Abajo se veía a dos parejas, de lo más alegre, saliendo de un coche del que sonaba " La primavera" de Vivaldi y discutiendo en voz baja sobre cultura española:

- Francamente, chicos. Si no hubiera sido por Miguel de Cervantes, a estas horas seguiríamos sin ser tan conocidos allende nuestras fronteras.

- No lo pongo duda, querida Ana. Pero permíteme disentir y apoyarme en los grandes pintores que ha habido, desde las cuevas de Altamira hasta Pablo Picasso.

Los vecinos, asustados, tuvieron que llamar a la policía municipal y ésta, actuar de oficio y dispersar a la muchedumbre que se asomaba por los balcones:

- Váyanse a dormir o a ver la tele. Aquí ya no hay nada que escuchar. Venga, disuélvanse.

Acto seguido, pasó una moto haciendo un ruido infernal y se oyeron los primeros bostezos.

Los cuatro amonestados venían de celebrar el Mundial.

No hay comentarios: