domingo, 30 de diciembre de 2012

Canciones con mensajes subliminales: Pajaritos por aquí, pajaritos por allá...

...Tu colita has de mover, chú, chú, chú, chú. O eso era lo que cantaba María Jesús y su acordeón. Y es que todos sabemos el peligro que encierran ciertas canciones. Sobre todo para la juventud, como han demostrado prestigiosos periodistas paranormales. Y la canción que nos ocupa es un clásico. Un clásico que  ha quedado en la mente de todos los españoles de 35 años para arriba. Grabada a fuego. Como la muerte de Chanquete o las empanadillas de Móstoles.

El alto voltaje que desata esta melodía es similar al de ciertos grupos de rock mastodónticos. Cada vez que nuestros sentidos captan algo relacionado con la canción de marras, nuestro inconsciente se pone al rojo vivo. Y así, sin darnos cuenta, ejecutamos el famoso baile de los pajaritos, olvidándonos, inmediatamente, de lo que queríamos hacer.

Es lo que le pasa a este gobierno. ¿Por qué lo sabemos? Fácil. Basta con fijarse en el emblema que hay por encima de sus siglas de partido. Gaviota que no es gaviota, que diría el bueno de Alberti. Y tenemos multitud de ejemplos en los que basar nuestra explicación.

Que hay que ir a una reunión en el Parlamento europeo para hablar sobre empleo, pues la ministra del ramo, en vez de eso, prefiere asistir a un cóctel por el aniversario de la Constitución. Total, 5 millones de parados, lo mismo le dan.

Que se privatiza la Sanidad pública en Madrid. No problem. Algunas señorías, en vez de debatir el asunto o intentar llegar a algún acuerdo por la cosa del interés general, prefieren jugar al juego de apalabrados sentados en sus confortables escaños.

Que se incumplen toooodas las promesas hechas a los votantes durante la campaña electoral. ¡¡Buuuaá!! Eso no es lo suficientemente serio. ¡Hombre, por Dios! Llega Mr. Pamplinas en rueda de prensa y afirma que a los españoles no hay que engañarles. ¡Cómo si él no nos hubiera timado a los demás!

Y es que este gobierno debe estar padeciendo algún tipo de embrujo o algo por el estilo.

El último caso es el de este chaval, Ángel Carromero, encarcelado en Cuba por conducir un coche donde murieron dos personas y extraditado a España tras las gestiones pertinentes. Claro, que es un alto mando de las jóvenes huestes del PP. Por ello, una vez aquí, ya se están pensando concederle el tercer grado y hasta la funcionaria Esperanza Aguirre le ha manifestado su apoyo, públicamente.

Suponemos que también querían repatriar a Emma Rodríguez, enferma de gravedad en Argentina. Pero como han escuchado ya sabemos qué, al final se les ha olvidado. Pues nada, ya estamos nosotros aquí, para recordárselo.

Resulta que esta mujer está muy enferma. Inclusive, los médicos han declarado que tiene más posibilidades de curarse en España que allí. Por lo que han recomendado, urgentemente, su vuelta. Cuando la familia lo ha solicitado, el presi y sus ministros, han dicho que no. Que no la traen. Que ahí se queda. Y consideramos que es un error mayúsculo. Y por ello, deben rectificar.

Querido gobierno: ya sabemos que están bajo el influjo de cierto estribillo diabólico pero el deber, es lo primero. Hagan oídos sordos. No importa que esta señora haya ido tan lejos a buscarse la vida, a encontrar ese trabajo que aquí se le niega, como a tantos y tantos otros. Tampoco importa que pertenezca o no a alguna sección de su partido plumífero. De verdad. Da igual. Hagan el esfuerzo de gobernar para todos, no sólo para unos pocos y olvídense de las aves. Ayuden a sus compatriotas. Como a esta mujer, que bien vale el esfuerzo.

Y dejen de hacer el ganso de una puñetera vez. Que es lo que mejor han hecho en un año en el poder.

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