lunes, 3 de septiembre de 2012

Notas apocalípticas de buena mañana: Dios bendiga América y sus provincias allende los mares

Declaro abierta dicha sección. ¿Y por qué no? Gente tan incapaz como nosotros ha inaugurado pantanos, ganado Ligas o liquidado democracias a golpe de decreto ley. Nosotros (la redacción de este blog), no vamos a ser menos.

Mientras en varias cadenas de televisión generalistas, emiten, emiten y vuelven a emitir carnaza con la excusa de informar (no basta con una vez), los circunspectos ciudadanos de este país volvemos (los que tenemos la inmensa suerte) a la rutina diaria, ya saben: el jefe por un lado y la dignidad de sus empleados por otro lado, las horas extras voluntarias - forzosas sin pagar y nosotros, pobres mortales a lo que guste mandar, que para eso estamos. Y sin rechistar. Ojito. Que no está el horno para bollos. Una queja y tal como está el patio, nos vemos en las calles, poniéndolas o quitándolas. Y no, no. Eso sí que no. A ver como vamos a pagar la enorme deuda contraída por políticos con presunciones faraónicas, a cual más tonto. Faltaría más. (Ellos rompen los platos y nosotros los pagamos).

Nos vamos quedando, poco a poco, sin derechos laborales y sin derechos sanitarios. Y, a la par, a nuestros chavales, se les obliga, por activa o por pasiva, a aprender inglés, que es de gran porvenir, como decía la canción. Todo esto me lleva a preguntarme cuando demonios se van a dejar de zarandajas nuestros bizarros gobernantes y declararnos oficialmente provincia cutre - limítrofe del imperio estadounidense. Y sin armas. Así, a la chita callando. Total, ya participamos en sus guerras de conquista, compramos los mismos artículos chorra desde la televisión, tenemos sindicatos que van a lo suyo, pasamos los fines de semana en gigantescos centros comerciales y degustamos su comida basura alegremente. ¿Qué nos queda? ¡Ah, sí! Quizá que alguien, de vez en cuando, dimita del cargo por escándalo, quizá que se separen los tres poderes (ejecutivo, legislativo y judicial) definitivamente o pasemos a una república como Dios manda. No caerá esa breva. Debemos mantener algo de nuestra propia idiosincrasia nacional, para que no se note mucho. No sea que la peña se mosquee y arme la de San Quintín.

Mientras sueño con ver películas donde el fin del mundo, una invasión extraterrestre o el ataque de mosquitos gigantes ocurran en suelo patrio, la redacción de esta blog se ha puesto las pilas con el rock and roll, otro de los grandes inventos de la sociedad yanqui, como contrapartida a toda la morralla que nos rodea.

Dentro de poco escucharemos Dios bendiga América y sus provincias de allende los mares. Y si no, al tiempo.

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