viernes, 9 de noviembre de 2012

A la Huelga a pesar de Don Pimpón


Sí, amiguitos. Vamos a la Huelga. Trás un intensísimo debate de todos los miembros de la Redacción, hemos decidido, por unanimidad, secundarla. Basta ver como está el patio en media Europa.

Froilain Merkel está decidida a seguir exprimiéndonos a toda costa. A seguir machacando a todo el mundo gritando ¡viva el mal! ¡viva el capital!. Al estilo de la Bruja Avería.

Su contención del aliento, como nos recomienda a los demás, están impidiendo políticas de estímulo económico, como bien han hecho al otro lado del charco. A ella y a los banqueros alemanes les puede el ansia viva. Pillar, pillar y pillar es su único objetivo. Lo patético del caso es que el resto de electroduendes le están haciendo caso. Claro, que el resto de electroduendes quieren sus sacas llenas a costa de seguir sangrando al personal. Es lo que tiene pasar de empresario a político de Estado. Mirar para su propio bolsillo. Normal que lo quieran privatizar todo.

La única manera de parar esta sangría social, pacíficamente, es tirando de huelgas y manifestaciones. Y aquí es donde aparece el espíritu de Don Pimpón. Por desgracia. Nuestros queridos líderes sindicales, mamando de la teta de mamá Estado, no han sido capaces de organizarse a tiempo. En la era cejil que nos precedió todo eran fotos y buenas palabras. Poquito más. La cosa se empezaba a poner fea y en vez de cortar por lo sano, dejaron hacer. No supieron guiarse por el espíritu rebelde de Espinete y sí por el del estoico Don Pimpón. Y así nos ha ido. Nos han seguido recortando derechos.

Cuando llegaron las huestes de Mr. Pamplinas al Gobierno, éstas, tenían afilada la guillotina de los recortes. Así, con una reforma laboral que les ha llevado a unir las dos peores acepciones de los últimos mil años de Historia (Capitalismo y feudalismo), siguieron con el reloj atrasado y convocaron una huelga general cuando ya estaba todo el pescado vendido. Cosa que mosqueó bastante. De ahí su relativo éxito. (A buenas horas, mangas verdes).

Ésta, sin embargo, es totalmente distinta. Con media Europa a punto del batacazo padre, no nos queda más remedio que pararnos, reflexionar, unirnos y actuar en conjunto. La unión hace la fuerza, chavales.  Es lo que consiguió Vicente del Bosque. Y como con ese lema a él le ha ido bien, nosotros, no vamos a ser menos.

O le paramos los pies a la Bruja Avería o nos van a quitar hasta la camisa. Y que luego nadie venga lamentándose. El momento es ahora. Total, ya estamos con la soga al cuello.

Y a Don Pimpón que le vayan dando.



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